Boicot a mi cabello.

Quiero platicarles acerca de mi meta principal con este blog: Dejarme crecer el cabello. No sé exactamente hasta  dónde lo quiero, pero para ponerme una meta y no hacer lo que siempre termino haciendo (cortándolo) he decidido que quiero que me llegue hasta la cintura.

No sé por qué me he boicoteado tanto. Ni siquiera puedo contar las veces que me he propuesto esto mismo una, otra y otra vez. Siempre paso de un largo aceptable, poco menos de media espalda, a cortarlo por encima de los hombros, o más corto aún. ¿Será algo psicológico? La verdad es que ni yo misma me sé responder.

En 2010 tenía el cabello de ese largo (soy la del lado derecho, la del bikini) y ¡hasta trenzas podía hacerme! Ahora a duras penas puedo agarrarme el cabello en una pequeña coleta.

Eso sí, nunca lo he tenido cortitito. Lo más corto ha sido a la altura de la oreja, tipo Amélie (con fleco incluido). Así que no he tenido que pasar el difícil proceso del crecimiento desde cero. Creo que eso sí es difícil, el cabello te ha de crecer muy disparejo y tienes que estar cortándolo para que comience a agarrar forma de melena. Si alguien está en esa situación espero que tenga mucha paciencia, dedicación e imaginación para aprender a peinarlo mientras crece.

La vez que más largo he tenido mi cabello fue cuando mi hijo nació. Mi mamá me decía que una vez que naciera mi bebé sería muy difícil mantenerlo, que lo más práctico era cortarlo y que ella hizo lo mismo cuando nacimos mis hermanos y yo.  Así que pasé de tener el cabello a media espalda a traerlo encima de los hombros.

No digo que se me vea mal, incluso creo que también me veo bien con el cabello corto, pero ahora extraño poder hacerme más peinados, me siento restringida. Tampoco es que yo sea de las chicas que todos los días se hace un peinado diferente y hermoso, pero tener la posibilidad de hacerlo cuando vas a salir o simplemente porque viste un peinado que quieres probar en ti y poder realizarlo es bonito.

Ahora que mi hijo ya no es tan pequeño y yo tengo un poco más de tiempo para mí, voy a darme el gusto de tener el pelo largo.

Algo de lo que me he percatado mientras les cuento todo esto, es que jamás he puesto la más mínima atención en medir cuánto me crece el cabello por mes, o por semana, o lo que sea. Tampoco soy disciplinada en ir religiosamente a la estética a realizarme un corte mensual. Sólo voy cuando se me ocurre. Afortunadamente me obligaré a disciplinarme porque tengo que escribir cómo va el proceso. ¡Esto de hacer un blog trae muchas ventajas!

Intentaré hacer en un futuro post una recopilación de los cambios que ha tenido mi cabello a lo largo del tiempo, espero encontrar fotografías para mostrarles lo que les digo de boicotearme cuando ya siento mi cabello algo largo.

Saludos a todos. 🙂